Corría el año de 1994 en el hermoso estado de Chiapas, lugar lleno de bellezas naturales y riqueza mineral, a pesar de todo lo hermoso de la naturaleza de este estado se vivía dentro del el grandes desigualdades sociales, sobre todo hacia os pueblos o etnias indígenas, ello dio origen a la creación del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), una organización armada constituida por campesinos pertenecientes a los grupos indígenas Chamula, Tzeltal,Tojolabal, Chol y Lacandón, dicho ejercito estaba bajo las ordenes de un líder mestizo conocido con el nombre de subcomandante Marcos, el nombre de este ejercito fue puesto en honor al líder revolucionario mexicano de principios del siglo XX Emiliano Zapata.
La rebelión se inicio el 1 de enero de 1994, principalmente contra el gobierno del PRI, presidido en ese entonces por el presidente Carlos Salinas de Gortari, aprovechando que en esa fecha se daba la incorporación de México al Tratado de Libre Comercio Norteamericano (TLC)El motivo de la sublevación fue la protesta ante la situación de extrema pobreza de los indígenas y campesinos de todo el país, la reivindicación de propiedad sobre las tierras arrebatadas a las comunidades indígenas, un mejor reparto de la riqueza y la participación de las diferentes etnias tanto en la organización de su estado como de la República en su conjunto, con el objeto de que fueran respetadas y valoradas las diferentes culturas de los grupos que viven en todo el país. Pese a ser uno de los estados mexicanos que posee mayores recursos naturales (petróleo, maderas, minas y tierras fértiles para la práctica agrícola), en Chiapas es donde la desigualdad entre los distintos sectores sociales se ha mostrado históricamente de una manera más patente, ya que su organización sociopolítica sigue apoyada en las viejas estructuras sociales y políticas de carácter autoritario y latifundista.
La ocupación de diversos municipios fue respondida con el envío de tropas federales a las ciudades tomadas por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional con enfrentamientos entre los indígenas y campesinos, de un lado, y el Ejército federal, de otro, en las principales ciudades del estado, incluidas San Cristóbal de las Casas y Ocosingo. Este clima de violencia hizo que el gobierno mexicano enviara mediadores como el ex jefe de gobierno del Departamento del Distrito Federal, Manuel Camacho, y el obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz García, quienes negociaron una salida pacífica al conflicto a cambio de ciertas concesiones, entre las que se encontraba la supresión del candidato del PRI al gobierno del estado, perteneciente a la camarilla chiapaneca. La Iglesia de dicho estado apoyó el diálogo y se mantuvo al lado de los indígenas y campesinos, defendiendo sus derechos más básicos. No obstante la tregua obtenida, se abrió en la zona un clima de hostilidades que dejó sin solución el conflicto. El 19 de enero de 1996, el gobierno y la guerrilla alcanzaron el primer consenso: incorporar en la Constitución el reconocimiento a la autonomía indígena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario